Cultura | Clubes Náuticos

17 Marzo, 2016

El sonido del RCNP cobra forma de la mano de Manfred Kullmann

El club participa en la grabación y edición de ‘Mar abierto’, último trabajo discográfico del prestigioso pianista alemán Manfred Kullmann. El álbum, que será presentado mañana en concierto, reúne piezas de Satie, Beethoven, Chopin, Debussy, Mendelssohn, Listz, Schumann y Mussorgskij interpretadas en clave de jazz.
Pere Josep Garcías, Manfred Kullmann, Miquel A. Sancho, de la discográfica BLAU, y José Luis Miró, promotor de este proyecto musical. Foto: F. Pereyra

El pianista alemán Manfred Kullmann ha grabado su último disco disco, Mar abierto, una fusión de jazz y música clásica, en la Sala Magna del Real Club Náutico de Palma, reconvertida en un improvisado estudio para la ocasión.

Las sesiones tuvieron lugar los pasados 2, 3 y 4 de noviembre y en ellas Manfred estuvo acompañado por los prestigiosos instrumentistas Wojtek Sobolewski, contrabajista de la Orquesta Sinfónica de Baleares, y Josep Lluís Garcia, uno de los baterías más solventes del panorama jazzístico nacional.

El piano Bösendorfer propiedad del club, cuya construcción data de 1843, fue el indiscutible protagonista de este proyecto musical inédito en la historia de la entidad, promovido por el periodista y responsable de comunicación de la entidad, José Luis Miró, y editado por la discográfica BLAU, cuyo director, Miquel Angel Sancho, destaca que un disco "tiene que tener hoy una historia que contar, como en este caso la puesta en valor de un piano patrimonial".

Kullmann, pianista titular de la Big Band de la Radiotelevisión de Francfort hasta su jubilación en 1999, año en que se estableció en Mallorca, se declara un “enamorado” de este instrumento y confiesa que siempre le había rondado la idea de grabar un disco con él.

Mar abierto se ha editado en formato CD de diez canciones y será presentado en concierto mañana, 18 de marzo, a partir de las 20.30 horas, en la misma Sala Magna donde fue grabado.

El álbum, que puede adquirirse en las oficinas del RCNP y en las principales tiendas de discos, contiene diez temas compuestos por Satie, Beethoven, Chopin, Debussy, Mendelssohn, Listz, Schumann y Mussorgskij, los cuales han sido adaptados por Manfred Kullmann al lenguaje del jazz.

UN SONIDO ÚNICO

“Cada piano tiene algo único. La primera vez que toqué el Bösendorfer del RCNP me encantó su sonido, y eso que yo venía de utilizar instrumentos que estaban perfectos en Alemania”, asegura este músico nacido en Turingia en 1938, niño prodigio capaz de interpretar a Bach a muy temprana edad y cuyo swing se forjó en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial en los clubes de jazz de las bases norteamericanas.

Tras un largo periodo de inactividad discográfica, no así como músico de directo, Manfred Kullmann presentó a principios de 2015 Tramuntana, una obra de tintes impresionistas en la que transforma en música, siempre en clave de jazz, las sensaciones que le ha transmitido la naturaleza de Mallorca desde su llegada a la isla hace 16 años. La idea de grabar un nuevo trabajo con el piano del RCNP surgió, precisamente, durante el concierto de presentación de este disco en el ciclo Noches de Jazz, en mayo del año pasado.

“DOS OCÉANOS QUE CONVERGEN”

El reencuentro de Manfred con el Bösendorfer del siglo XIX se produjo cuando ya tenía muy avanzados los arreglos de Mar abierto y andaba a la búsqueda de un sonido que se adaptara a la idea de “dos océanos musicales que convergen”. El piano y la acústica de la Sala Magna, que apenas necesitó unas pequeñas adaptaciones para la grabación, respondieron a esas exigencias, si bien el instrumento tuvo que ser sometido a un proceso de puesta a punto bastante concienzudo a cargo del experto Pere Josep Garcías, quien lo califica de “joya patrimonial”.

“Es una pieza única que conserva elementos originales, como la estructura, el pedal y el alma. Seguramente fue sometido a una primera reforma hacia 1890, además de la que yo mismo hice hace unos 20 años”, explica Garcías, un enamorado del patrimonio que se muestra "muy satisfecho" de que un instrumento con más de un siglo y media de vida siga en activo y sirva para grabar discos y ofrecer conciertos. "Eso sí -añade-, es como un abuelo y necesita que se le mime mucho".

Durante el ajuste del piano apenas se tuvieron que incorporar nuevos materiales, a excepción de un listón de madera de fresno procedente de la cruceta del velero clásico Varuna, botado en 1909.

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