Boxeo

27 Enero, 2019

Jon Martínez se quedó sin revancha

​​​​​​​El boxeador bilbaíno afincado en Palma cayó a los puntos ante el ecuatoriano Kevin Baldospino. El ibicenco Víctor Bonet se deshizo por la vía rápida del catalán Iván Ruiz y el mallorquín Manu Medrano se estrenó con victoria ante Cristian López.
Jon Martínez durante la preparación de la pelea. Foto: Tomás Moyà.

El boxeador bilbaíno afincado en Palma Jon Martínez no se pudo tomar la revancha y cayó derrotado a los puntos ante el ecuatoriano Kevin Baldospino en la velada celebrada anoche en el Polideportivo Galtazó de Santa Ponça. El púgil español, de 31 años, mantuvo el tipo durante los seis asaltos, pero lo cierto es que Baldospino, de 25, fue justo vencedor: llevó siempre la iniciativa y conectó más y mejores golpes. Las cartulinas de dos de los jueces dieron la victoria por ajustado margen al ecuatoriano y el tercero dictaminó un empate.

Martínez confiaba en que un triunfo en esta pelea le abriese las puertas del Campeonato de España. La gran cita tendrá que esperar. “Ayer no tuve mi noche y perdí con un gran boxeador; no entré bien en la pelea y en el quinto asalto me lesioné el brazo, pero soy un guerrero y pienso volver con otro rival del mismo nivel o mejor para brindar a la afición balear otra velada de buena lucha”, ha anunciado hoy el boxeador del Coll den Rebassa.

El encuentro pugilístico de Santa Ponça constó de otras dos peleas profesionales muy interesantes. En la primera de ellas, el ibicenco Víctor Bonet se deshizó del catalán Iván Ruiz por la vía rápida. Bonet saltó al cuadrilátero con pantalón de camuflaje, una indumentaria nada chirriante en su caso. Parece un boina verde. Al ibicenco es más fácil contarle los golpes que falla que los que conectan en el rostro de su rival. El árbitro decidió dar la pelea por concluida mediado el primer asalto ante la posibilidad de que Ruiz, de 33 años, se llevara un castigo excesivo. Concluida la contienda, Bonet saludó con cortesía a su rival, a los jueces y al público, y se fue por donde había venido, se supone que a recoger a su petate. Su misión había terminado.

La pelea de la noche fue, sin duda, la que enfrentó al debutante Manuel Medrano con el veterano Cristian López. El primero tiene 25 años y está hecho un toro. La densidad de su musculatura, en contraposición al aspecto digamos más relajado del físico de su adversario, hacía presagiar un desenlace antes del límite de cuatro asaltos al que estaba pactada la pelea. Pero López, que a sus 38 años sigue dando la batalla en el circuito profesional,  planteó el combate con esa clase inteligencia que se adquiere con la edad: cedió la iniciativa a Medrano y aguardó emboscado el momento de lanzar su poderosa derecha circular. Medrano conectó muchos más goles y fue claramente superior, pero en varias ocasiones sintió en su cuerpo el cimbreo provocado por los bombazos de López. Ambos púgiles fueron aclamados por el público puesto en pie. En el momento en que los jueces otorgaron la victoria a Medrano, el entrenador de éste, David Quiñonero, se dirigió a la esquina contraria para levantar el puño de López en reconocimiento a su entrega.

Compartir