El presidente del Círculo de Economía, Antón Costas, ha defendido hoy una “subida de salarios” para garantizar el futuro de la democracia, impedir el avance de los populismos de “izquierdas y derechas” y evitar la quiebra del propio sistema capitalista. A su juicio, el principal reto de Europa y España en particular consiste en reducir la desigualdad económica.

El presidente del principal lobby económico catalán ha asegurado que, cuanta más desigualdad hay en una sociedad, “el crecimiento de ese país es más maniacodepresivo, volátil y bipolar”. En opinión de Costas, “la desigualdad rompe el contrato social que necesita una democracia y lleva a conflictos claros. La desigualdad asesina la democracia".

Para reducir la brecha entre ricos y pobres, el dirigente del Círculo de Economía ha aconsejado una subida de salarios y una redistribución mediante impuestos más equitativos y eficaces. Además de estas medidas, ha propuesto un “impulso a las transferencias monetarias desde las capas altas de la sociedad a las más bajas, con un incremento del gasto público en pensiones no contributivas y el aumento de los presupuestos en Educación y Sanidad para que el acceso a estos servicios básicos sea universal y de calidad.

El presidente del Círculo de Economía ha abogado por recuperar el vínculo del crecimiento económico y el progreso social para evitar agrandar la desigualdad, “principal enfermedad del sistema económico mundial”.
“Es una lucha larga pero debemos combatir con todas nuestras fuerzas la desigualdad porque sino se resolverá por caminos perversos. La conflictividad social deriva en populismos de derecha o de izquierdas”, ha asegurado el catedrático de Economía durante su charla.
Antón Costas ha confesado ser un “optimista razonable que no iluso” frente a los constantes mensajes “tremendistas y lúgubres” que oímos a diario ante la aparición de los populismos.

Tras la crisis de 2008, los retos que, en su opinión, deberíamos identificar son la “restauración del crecimiento inclusive y sostenible”, al tiempo que la “reconciliación del capitalismo, la igualdad y la democracia”.

Al hilo de lo anterior, ha vaticinado que en la próxima década el crecimiento se basará en la demanda interna, no en el comercio exterior y también ha alertado de las nuevas burbujas financieras “que estallarán”.

La consellera de Hacieda y Administraciones Públicas del Govern balear, Catalina Cladera, que ha clausurado la Diada del Auditor, ha resaltado en su intervención que “los presupuestos de la comunidad han puesto el foco en combatir esa desigualdad mediante la recuperación de la política social y la inversión pública”.

La consellera ha puesto en valor el papel del auditor “como garante de la transparencia” en la gestión y ha abogado por mejorar la coordinación de la auditoría pública y la privada.

La jornada ha comenzado con la jura de los seis nuevos miembros del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE) en Baleares de manos de su presidente, Julio Capilla Vidal.

Capilla se ha referido a los retos de la agrupación en las islas como son la búsqueda de nuevos canales para la formación y poner en valor la profesión para exigir que se retribuya como tal. “No queremos convertirnos en una profesión low cost. Hay que encontrar un equilibrio entre calidad y independencia con los honorarios y rentabilidad”, ha dicho.

Asimismo, ha anunciado la puesta en marcha la iniciativa “Auditor por un día” que tanto éxito han tenido en Madrid y Barcelona.

“Queremos que los universitarios pasen una jornada en nuestras firmas de auditoría para que conozcan los trabajos que se realizan con el objetivo de que visualicen al auditor como una profesión de futuro y prestigio, además de garantizar la sostenibilidad de esta carrera”, ha asegurado Julio Capilla.

Acto seguido, el director general del ICJCE, Javier Quintana, ha intervenido con la ponencia “¿Quo Vadis?” y ha contestado a las cuestiones planteadas por algunos del casi centenar de asistentes al Día de Auditor.

Quintana ha remarcado que la máxima prioridad del ICJCE es “consensuar con el nuevo Gobierno el desarrollo y aplicación del reglamento de la Ley de Auditoría (LAC)”.

“No se puede cambiar la ley pero sí se puede matizar y resolver la inseguridad jurídica y los problemas técnicos que genera la nueva ley”, ha destacado Quintana.