28 Junio, 2016

El vicepresidente del Govern, preocupado por el megaparque fotovoltaico de Llucmajor

Biel Barceló afirma que el Ejecutivo autonómico planea redactar un nuevo Plan de Energías Renovables que ponga límite a la extensión de estos proyectos
Jaume Quart y Maria Antònia Trobat, con el vicepresidente Barceló

Palma.- El vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, ha recibido hoy a los representantes de la Plataforma en Defensa de la Marina de Llucmajor-Cap Blanc, quienes le han manifestado su oposición al proyecto de megaparque fotovoltaico de 75 hectáreas.

Por su parte, Biel Barceló ha expresado su “preocupación por el consumo de territorio” de este tipo de instalaciones. A la propuesta de establecer una moratoria, como defiende la Plataforma y el Consell de Mallorca, el vicepresidente ha manifestado sus dudas al respecto debido al “efecto llamada” que puede provocar en otros promotores fotovoltaicos.

Barceló comunicó a los miembros de la Plataforma que el Ejecutivo autonómico prevé redactar un nuevo Plan de Energías Renovables que ponga límite a la extensión de los complejos energéticos. No obstante, el vicepresidente admitió su inquietud por la proliferación de megaparques hasta la entrada en vigor del futuro Plan.

Las instituciones de Balears han comenzado a tomar conciencia del impacto sobre el territorio del megaparque fotovoltaico de Llucmajor. El alcalde del municipio, Jaume Tomàs, ya ha dicho “no” a esta propuesta. El Consell de Mallorca aboga por una moratoria hasta fijar una estrategia coherente que quede plasmada en un nuevo Plan Sectorial de Energías Renovables. Por su parte, el presidente de la Comisión Balear de Medio Ambiente, Antoni Alorda, propone “valorar la incidencia acumulativa” de placas solares en la zona de Cap Blanc-Marina de Llucmajor. Al proyecto de 50 hectáreas impulsado por la empresa Llucmajor Photovoltaic S.L se suma otro de 25 hectáreas que ya cuenta con el visto bueno de la Comisión Balear de Medio Ambiente y que se sitúa a sólo 200 metros del primero, en la finca denominada Sa Caseta.

De ejecutarse, constituirían en el mayor complejo fotovoltaico de España, con un enorme impacto territorial y medioambiental sobre un territorio virgen y limítrofe a una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). En 2014 se instalaron en el Estado parques con una capacidad de 22 megavatios, según fuentes de la patronal UNEF. El de Llucmajor Photovoltaic produciría por sí solo 43 megavatios, lo que da idea de su envergadura desmesurada.

La propuesta que plantea la empresa Llucmajor Photovoltaic S.L contempla ocupar un espacio equivalente a 70 campos de fútbol con 133.614 placas solares de 2,5 metros de altura cada una. Estas instalaciones tienen un impacto visual enorme que se podrá observar a gran distancia.

Los vecinos no están solos en su lucha. Más de 300 alegaciones se han presentado ante la Comision Balear de Medio ambiente. Asaja, Unió de Pagesos, asociaciones de vecinos de diferentes urbanizaciones, la Asociación de Hoteleros de la Playa de Palma, la plataforma contra la Alta Tensión, las asociaciones de ciclistas, Amics de la Terra, el GOB, Som Energía, la Asociación Empresarial de Turismo de Aventura, la Xarxa Sobirania y muchos más también se oponen.

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